El oro, ese elegante y brillante complemento que queremos mantener siempre en perfectas condiciones. A la hora de limpiar oro se ha de tener en cuenta que no todos los artículos son iguales, por lo que se adaptará la forma de limpiar el oro a la del objeto a lustrar.
Aquí vamos a contarte cómo limpiar oro con consejos que merece la pena conocer para conservar al máximo la calidad de este metal tan preciado. ¡Atento!
Paso a paso para limpiar las joyas y productos de oro amarillo
Que el oro pierda su brillo y parezca envejecido es un proceso natural del que somos parte activa. Ya sea por el uso o por la influencia del pH en él, tarde o temprano cualquier objeto de oro que no esté preservado artificialmente ante cualquier agente externo, mostrará un aspecto descuidado.
Eso sí, es importante evitar todo lo posible que el oro entre en contacto con el cloro, ya que reacciona ante él y deteriora su apariencia. Del mismo modo, se aconseja no guardar joyas y artículos con oro cerca de artículos de plata o metal. ¿El motivo? La cercanía con otros metales hace que se oscurezcan ambas partes.
[KH7_Quitagrasas] para limpiar oro
El oro amarillo, aunque sea un metal resistente, no es inmune a los arañazos y daños similares. Cualquier proceso de limpieza de oro debe ejecutarse con mimo. Para limpiar el oro ennegrecido se necesitarán dos recipientes con agua tibia, jabón neutro o productos específicos que cuiden al máximo el metal como KH7_Quitagrasas, un cepillo de dientes usado o de cerdas suaves, y una gamuza de algodón. Evita todo lo posible utilizar papel de cocina, ya que si no es de alta calidad puede arañar el oro.
Lo primero para limpiar anillo o pendientes de oro para que brille es verter un poco de jabón en uno de los recipientes con agua. Solo en uno, ya que utilizaremos el otro para enjuagar la pieza de oro y evitar que queden restos de jabón, que también afectan al brillo del metal.
A continuación, se procede a sumergir el oro en la solución jabonosa. Para que la limpieza sea completa, se aconseja dejar en remojo la pieza dentro del recipiente durante al menos 15 minutos.
Transcurrido este impás, se ha de frotar la pieza de oro con el cepillo, con cuidado sí, pero con firmeza, y llegando a todos los recovecos que presente. Si se trata de una joya con alguna incrustación, se cuidará especialmente esta fase de cepillado para que en las zonas de unión no se menoscabe esta. Si se trata de piezas de gran valor, cualquier joyero profesional hará una limpieza minuciosa del producto.
Por último, y solo cuando estemos completamente seguros de que el oro está completamente limpio, se sumerge la pieza de oro en el recipiente de agua tibia para deslavarla. Con una gamuza o paño suave, se seca la pieza de oro.
Cómo limpiar el oro blanco
El oro blanco surge de la aleación de oro puro con metales blancos como la plata, el paladio o el platino. A diferencia del oro amarillo, el oro blanco suele incorporar un recubrimiento en rodio de alto brillo, por lo que mantiene su apariencia intacta durante más tiempo. Ahora bien, en el caso de que pierda el brillo, debes llevarlo a la joyería, ya que sólo allí podrán hacer un baño en rodio. En este tipo de oro, los remedios caseros pueden dañar más la pieza.
Cómo limpiar el oro rosa
Elaborado a base de una aleación de oro fino de 24 quilates, plata y cobre, tiene un tratamiento de limpieza muy similar al del oro amarillo. Incluso admite el uso de productos específicos como KH7_Quitagrasas.
¿Se puede limpiar el oro con bicarbonato?
Hasta ahora no hemos mencionado al bicarbonato, uno de los productos de limpieza más utilizado para los metales. ¿Funciona en el caso del oro? La respuesta es sí. De hecho, se puede utilizar en los tres tipos de oro. Los pasos a seguir son los siguientes:
- Se aconseja forrar con papel de aluminio el recipiente de limpieza, colocar sobre él la pieza y cubrirla con el bicarbonato de sodio.
- A continuación, se hierve agua y se echa sobre la joya, de modo que esté cinco minutos sumergida.
- Después, se cepilla y enjuaga, eso sí, en agua fría, tras lo cual se seca con un paño suave que no deje fibras. De esta forma tendrás completamente limpio el oro.