Una despensa ordenada tiene muchas ventajas: te facilita el día a día, te aporta paz en la cocina y te ayuda a ahorrar, ya que siempre verás los alimentos que tienes que consumir primero. Para conseguirlo los pasos son muy sencillos:
Delimita un espacio en tu cocina
Lo primero y más importante es delimitar un espacio en tu cocina para usar como despensa. Si no tienes una despensa como tal, no te preocupes, puedes usar una alacena, cajones, alguna balda o incluso un armario auxiliar. Este espacio dependerá mucho de los miembros de la familia, pero también de las costumbres, como la frecuencia de hacer la compra. Es suficiente con que las baldas tengan unos 30 cm aproximados de fondo. De esta forma, evitamos hacer muchas filas y así siempre vemos todo el contenido.
02Asigna un espacio a cada cosa
Lo segundo es, dentro de esa despensa, asignar un espacio a cada cosa. Para que te sea más fácil puedes agrupar los productos por tipos y así verás cuantas divisiones necesitas. Por ejemplo: bebidas, alimentos secos (pastas, arroces, legumbres y frutos secos), salsas, sopas, conservas, varios de repostería y varios de desayuno.
Lo primero y más importante es delimitar un espacio en tu cocina para usar como despensa.
Colocación
Ahora vamos a colocarlo dentro de la despensa. Lo más cómodo son los cajones, pero si solo dispones de baldas, puedes hacer el efecto con cajas o cestas, sobre todo para productos pequeños. Si son todas iguales conseguirás un mayor orden visual. Coloca lo que sea de uso más frecuente a la altura de las manos y en las zonas superiores e inferiores lo de menor uso. Para los productos que vienen en paquetes o a granel, puedes usar botes de cristal transparentes. Te ayudarán a ver el contenido. Para las bebidas puedes usar botelleros que te ayudarán a que ninguna botella se quede detrás de otra y de un solo vistazo podrás saber todo lo que tienes.
Para los productos que vienen en paquetes o a granel, puedes usar botes de cristal transparentes
Cada cosa en su sitio según su uso
Coloca las cosas en uso delante del todo y los repuestos detrás. Lo que caduque antes siempre lo pondremos a primera fila, así te ahorrarás tener que tirar comida. No te olvides de rotular las cajas y los botes para saber qué contienen. En caso de que cambies un producto de recipiente, anota siempre su fecha de caducidad.
05No tengas muchos repuestos
Recuerda que no necesitas tener muchos repuestos, con un producto abierto y otro por abrir es suficiente y así será fácil identificar cuando tienes que comprar.
06Planifica
Una vez al mes haz una buena limpieza de la despensa, revisando las fechas de caducidad. Esto también te ayudará a poder elaborar menús mensuales, a hacer una buena lista de la compra y a no desperdiciar nada.
