El albornoz, esa pieza fundamental para secarnos después de una buena ducha o un baño relajante, algo muy placentero es envolverse y secarse en él… pero acumula humedad y suciedad en cada uso. Cuando no se trata de forma adecuada le pasa igual que a las toallas, se debe utilizar el mismo método de lavado para que quede perfecto. Hay que seguir una serie de consejos.
Primer lavado tras la compra
El cuidado de los albornoces es lo que trae más de cabeza a los que lo tienen. Al igual que las toallas, al comprarlos suelen soltar pelusa. La mejor forma de eliminarla es hacer un primer lavado antes de su uso con vinagre de limpieza.Consiste en sumergir la prenda en un recipiente con agua, sal y vinagre durante aproximadamente tres horas. Una vez pasado este tiempo seguimos los siguientes consejos.
- Separar colores
- Utilizar un detergente suave
- Reemplazar el suavizante por vinagre de limpieza
- Tender a la sombra
Lavado albornoz
El tejido es exactamente el mismo que las toallas, mi recomendación es hacerlo igual. A medida que les vamos dando uso, empiezan a endurecerse y a estar mucho más ásperas, por lo que nos parece muy complicado que vuelvan a recuperar su estado original. Si desde primera hora hacemos un cuidado adecuado conseguiremos suavidad por mucho tiempo. Tenéis que seguir los siguientes consejos.
- Separar siempre de otras prendas y por colores.
- No cargar la lavadora al máximo.
- Antes de introducirlo añadir al tambor si son claritas o blancas 3 cucharas de percarbonato u oxigeno activo. En el caso que sean de colores fuertes u oscuras, reemplazar por bicarbonato.
- Reemplazar el suavizante por vinagre de limpieza.
- Usar un jabón natural tipo Marsella.
- Poner un programa entre 40° y 60°.
- Una vez finalizado, sacudir antes de secar.
El cuidado de los albornoces es lo que trae más de cabeza a los que lo tienen. Al igual que las toallas, al comprarlos suelen soltar pelusa.
Secado albornoz
No hay nada que nos guste más que unas toallas o albornoz limpio, suave y con buen un aroma. En invierno, secar este tipo de prendas puede convertirse en una tarea complicada debido a las bajas temperaturas y a las frecuentes lluvias.
Si eres de los que secas al aire hazlo a la sombra y en un lugar muy bien ventilado para que no coja olor a humedad debido a estar muchas horas mojado. No tiendas nunca el albornoz al sol. Este lo resecará y lo malogrará más rápidamente.
Si prefieres usar la secadora no es ningún problema, ya que la secadora suele dejar las toallas y los albornoces muy esponjosos, pero ya sabes que gastarás mucha más energía.
04Cuando reemplazar el albornoz viejo
La forma más fácil de saber cuándo llega el momento de cambiar los albornoces viejos por otros nuevos es observar estos aspectos:
- El albornoz tiene zonas desgastadas o rotos.
- Está descolorido.
- El albornoz presenta mal olor, lo que indica la presencia de bacterias que se forman como consecuencia de un secado incorrecto.
- El albornoz presenta pequeñas manchas de color verdoso o negruzco que son, en realidad, manchas de moho producidas por mantener la prenda en zonas humedad demasiado tiempo y por no secarlo de forma correcta.
Los expertos recomiendan lavar este tipo de prendas una vez por semana mínimo, ya que acumulan muchas bacterias y el uso prolongado provoca mal olor.
Otra recomendación es no compartir con otro miembro de la familia. Cada persona tiene sus componentes microbianos, que son únicos y varía de las de otras personas.
Realizando todos estos consejos mantendrás siempre suave y perfecto el albornoz y toallas, y por supuesto alargaras su vida.
No hay nada que nos guste más que unas toallas o albornoz limpio, suave y con buen un aroma.