Está bien comer sano, pero de vez en cuando podemos darnos un capricho en forma de patatas fritas, empanadillas, boquerones o croquetas. La freidora es un aparato que puede sacarnos de un apuro en cualquier momento. Es fácil de utilizar y nos evita manchar la vitro.
Ahora bien, en su interior se acumula mucha grasa, así que debemos limpiarla correctamente para no reducir su vida útil y que la suciedad no afecte a la calidad de los alimentos. Ahora bien, ¿cómo limpiar la freidora?
Consejos para limpiar la freidora de casa
Es importante limpiar la freidora con regularidad y si no sabes cómo hacerlo, desde aquí te vamos a mostrar algunos consejos para que sepas cómo limpiar la freidora y eliminar esa grasa horrible que se queda adherida alrededor. De ese modo lucirá como nueva y podrás alargar su vida útil.
- Si sueles utilizar la freidora, es conveniente cambiar el aceite cada dos o tres usos. De cualquier forma, existen otras señales que te indicarán si ya llegado el momento de hacerlo: el aceite está oscuro o hay restos de comida en el fondo.
- Algo muy importante, antes de ponerte a limpiarla, asegúrate de que está desconectada y de que el aceite está frío para no quemarte la piel.
Cómo limpiar freidora no desmontable
Retira el aceite usado que está en el interior de la cubeta de la freidora. Puedes emplear un embudo y echarlo en una botella o tarro de cristal. De esa forma podrás manejar cómodamente la freidora al tiempo que derramamos menos aceite.
Antes de hacerlo, cubre la superficie con papel absorbente o papel de periódico y así evitarás pringarlo todo e invertir más tiempo en la tarea. Una vez vacía la cubeta, si ves que quedan restos de comida en el fondo, retíralos con papel de cocina.
Si la cubeta es fija, frota las paredes de la misma con una esponja suave y un poco de jabón neutro para platos. Ahora llénala de agua y vierte un poco de producto específico para la grasa como [KH7_Quitagrasas] & Superlimpiador Desinfectante. Acto seguido, calienta la freidora 50ºC y deja actuar unos 15 minutos. Después vacía su interior, elimina el producto con abundante agua y deja que la freidora se seque.
Algunos modelos disponen de cubetas desmontables que son aptas para el lavavajillas. Si es el caso, lee las instrucciones del fabricante para sacar la cubeta, retirar el aceite y los restos de comida y lava la cubeta en el lavaplatos, en el fregadero o aplicando KH-7.
Limpiar la cesta de la freidora
Para que los restos de comida adheridos al cesto se suelten fácilmente, antes de limpiarlo, introdúcelo en una mezcla de agua y un quitagrasas como KH-7 y déjalo actuar unos minutos. Después podrás lavarlo normalmente, ya sea en el lavavajillas o a mano.
Es importante que se hayan eliminado bien los restos de comida, así como los productos que hayas utilizado en la limpieza, y dejar que se quede bien antes de introducirlo de nuevo en la freidora. De otro modo, podrías estropear tus fritos en el próximo uso.
Limpiar la resistencia de la freidora
A la hora de limpiar la resistencia es mejor no utilizar agua ni lavavajillas. Pasar un papel de cocina con toques muy suaves para eliminar suciedad y no desajustar nada es la mejor opción.
Limpiar el exterior
La suciedad y la grasa también se pueden acumular por fuera, de ahí que tengas que limpiar muy bien su exterior, incluso las asas si las tuviera. Para no estropear el acabado del electrodoméstico, es preferible no usar productos abrasivos. Lo más acertado es utilizar un paño húmedo con agua, asegurándote que esté bien escurrido para que no entre agua en su interior, y secarlo a continuación con papel absorbente o un paño.
Recuerda que no puedes conectar la freidora y mucho menos usarla hasta que no estés seguro/a de que está completamente seca.
El mantenimiento de nuestros electrodomésticos es fundamental para que nuestro hogar esté libre de gérmenes y bacterias. Aunque la freidora parezca un electrodoméstico menor, deberás limpiarla cada varios usos para que siga funcionando de forma óptima. Además, ahora que ya sabes cómo limpiar la freidora, todo te parecerá más sencillo.