La encimera es un espacio multiusos que no solo se utiliza como mesa de trabajo para cocinar, también suele terminar siendo una mesa para desayunar o comer rápido, colocar el escurreplatos y otros muchos usos cotidianos.
Un uso tan intenso y frecuente que es difícil ver la encimera vacía y reluciente, siendo además una de esas tareas de limpieza que siempre quedan pendientes. Pero no es cuestión de apurarse, solo es preciso añadir unos sencillos consejos sobre cómo limpiar la encimera a la rutina de higiene diaria para conseguir que se mantenga limpia y brillante sin grandes esfuerzos o cuando hacemos una limpieza de la cocina a fondo.
Así, la mayoría de las encimeras requieren solo de productos suaves para su limpieza, siendo la constancia la clave del éxito para su mantenimiento.
Cómo limpiar la encimera de cocina según materiales
Desde la encimera de piedra natural, de Silestone, madera o acero inoxidable, entre otros materiales, cada encimera precisa de distintos métodos de limpieza:
Encimeras de mármol, granito o piedra natural
Las encimeras de mármol o granito son de las más duraderas y resistentes al calor, si bien es importante tener siempre presente que también son las más delicadas a la hora de limpiarlas. Así, hay que evitar el uso de productos de limpieza abrasivos como la lejía o el amoníaco, entre otros.
No es aconsejable hacerlo ni tan siquiera diluidos, ya que podríamos dañar el mármol o el granito y hacer que pierdan su brillo natural. También se desaconseja echar mano del zumo de limón o del vinagre, ya que son algo abrasivos.
Es por ello aconsejable recurrir a productos naturales tradicionalmente empleados para eliminar la grasa y la suciedad de forma eficaz, pero suave.
Así, con agua templada, un poco de jabón neutro y un paño de microfibra se puede limpiar una encimera de mármol o granito sin dañarla. Y si se descubre alguna mancha difícil, se puede recurrir a una mezcla de agua con bicarbonato, con la que impregnar la mancha o manchas.
Pasadas 24 horas solo habrá que pasar un paño húmedo para retirar la pasta de bicarbonato y ¡problema resuelto!
Encimera de Silestone
Las encimeras de Silestone son muy populares por su elegante diseño y amplia gama de colores y diseños, siendo fáciles de mantener al ser resistentes y reducirse la aparición y propagación de bacterias. Pero ¿cómo limpiar la encimera de Silestone?
Para su limpieza también se puede emplear agua con jabón neutro como método de limpieza. No se recomienda utilizar productos de limpieza abrasivos ni apoyar directamente cazuelas o sartenes calientes.
Encimera de madera
Las encimeras de madera son tan bonitas y lúcidas como delicadas, precisando de un cuidado constante para que se mantengan en buen estado. Es importante limpiar rápidamente las manchas para que no se infiltren ni la grasa ni los líquidos y evitar así que la suciedad vaya ennegreciendo y estropeando el color natural de la madera.
Se suelen colocar como encimeras de cocina, maderas de roble o nogal, además de maderas tropicales, más duras y resistentes, como las del wengué, entre otras. Para su limpieza se recomienda utilizar agua templada y limpiador jabonoso para la madera.
Encimera de acero inoxidable
Por lo que respecta al acero inoxidable, este es uno de los materiales más utilizados en las cocinas de restaurantes, caterings y otros usos profesionales por su resistencia y por ser muy higiénicas. Son muy fáciles de limpiar y desinfectar y, además de agua y jabón, se pueden utilizar productos de limpieza con poder desengrasante como es el caso de [KH7_Quitagrasas] & Superlimpiador Desinfectante.
Encimera porcelánica
Estas encimeras también requieren de métodos suaves para su limpieza y que no pierdan su brillo. Un paño suave de microfibra y la mezcla de agua templada y jabón neutro serán suficientes para eliminar los restos de suciedad y de grasa. Por último, siempre podemos sacar brillo con un paño seco.
Encimera laminada
Las encimeras laminadas o de contrachapado requieren el uso de paños suaves y no emplear estropajos, ya que se rayan fácilmente. La suciedad puede eliminarse fácilmente con agua y jabón suave y, en el caso de las manchas más incrustadas, se puede echar mano del vinagre blanco de limpieza.