Con el paso del tiempo, las manchas y la suciedad se acumulan en las juntas del suelo, dando lugar a un aspecto sucio y antiestético. Lo peor de todo es que se trata de una zona complicada, en la que la mugre se adhiere, haciendo que su correcta limpieza resulte difícil.
Si quieres recuperar la belleza original de tu suelo y evitar que los gérmenes y las bacterias se expandan a sus anchas, queremos darte algunos consejos que te llevarán a saber cómo limpiar las juntas del suelo de forma efectiva.
Al final del post verás que solo necesitas seguir unos pasos sencillos para que tu suelo brille de nuevo.
Tips para saber cómo limpiar las juntas de suelo
De vez en cuando, hacemos limpiezas profundas en nuestro hogar y una de las tareas más tediosas consiste en sacar la suciedad de las juntas del suelo. Las manchas y la mugre suelen acumularse en estos rincones con facilidad, a pesar de que utilicemos a menudo la fregona o la aspiradora.
Antes de proceder a enumerarte diferentes tips para limpiar las juntas de suelo, debes saber que la acumulación de suciedad está íntimamente relacionada con la regularidad con la que limpias tu piso.
De ese modo, si tardas mucho tiempo en limpiar tu hogar, lo más probable es que las partículas adheridas a las juntas sean difíciles de sacar. Por eso, te recomendamos que limpies el suelo una vez a la semana como mínimo.
- Bicarbonato. Con este gran aliado podrás ver resultados inmediatos si lo combinas con agua tibia. Antes de empezar es importante que utilices unos guantes multiuso y que utilices abundante agua tibia para lavar la superficie.
Después, esparce el bicarbonato en las ranuras de las baldosas y frótalas con un cepillo de dientes viejo. Lo último será pasar una mopa mojada con agua tibia y secar con otra mopa seca.
- Vinagre blanco. Otro método que ofrece una limpieza efectiva gracias a su potente acción desinfectante es el vinagre blanco. A la hora de utilizar este producto para limpiar las juntas del suelo, mezcla el equivalente a 250 ml de vinagre con la medida de media taza de agua tibia. Incluye la mezcla en un rociador y aplícalo sobre las ranuras.
Una vez pasados 10 minutos, frota las juntas con un cepillo de dientes viejo y los sedimentos y manchas se desprenderán con rapidez. A continuación lava el suelo con detergente y agua caliente, y sécalo con un paño.
- Amoniaco. Es uno de los productos que más suelen utilizarse en la limpieza doméstica. Es ideal para eliminar diferentes tipos de suciedad y acabar con las bacterias, aunque expide un fuerte olor. Antes de empezar a utilizarlo, ponte guantes y una mascarilla para protegerte. En un cubo mezcla agua con 30 ml de amoniaco y aplica la mezcla en paredes y juntas.
Frótalas con un cepillo de dientes y removerás en el momento cualquier mancha o sedimento adherido. Después utiliza agua caliente y amoniaco para lavar bien la superficie, potenciando así el efecto limpiador del mismo.
- Lejía. Es un buen desinfectante y funcionará como blanqueador de juntas, aunque no debes olvidarte de su composición corrosiva y su fuerte olor. La lejía actúa a modo de disolvente y eliminará de inmediato cualquier rastro de mancha en las ranuras.
Basta con disolver 30 ml del producto en medio litro de agua tibia. Vierte la mezcla en un envase rociador (también puedes emplear una esponja) y aplícalo sobre la superficie. Utiliza un cepillo para frotar las juntas y deja que repose unos minutos. A continuación, lava la superficie con la ayuda de agua y desinfectante.
- Productos específicos para el baño. Uno de los productos más eficaces para limpiar las juntas del suelo es [KH7_Banos]. Además de eliminar las bacterias y acabar con los sedimentos acumulados, devolverás el brillo a tus azulejos.
Esta fórmula desinfectante de gran efectividad no lleva lejía, y tampoco necesitarás restregar con vigor las ranuras de tu suelo. Bastará con pulverizar la zona y dejar actuar unos segundos. Después, quita el producto y los restos de manchas con una bayeta húmeda, y frota ligeramente la superficie hasta que obtengas el resultado deseado.