Los trucos para limpiar herramientas oxidadas

Existen algunos trucos caseros perfectamente válidos para limpiar las herramientas oxidadas. Son procesos sencillos con mezclas que puedes elaborar en tu hogar o a base de productos de uso diario para los que no tendrás que hacer grandes inversiones.

1. Con limón y sal

Otra alternativa muy sencilla es esta mezcla. Tendrás que cubrir generosamente el área oxidada con una capa de sal y con el jugo de un limón exprimido sobre la sal. Se deja que la mezcla se asiente un poco y luego se restriega el óxido con un trozo de la cáscara del limón. Es como un tratamiento exfoliante para tus herramientas que quedarán como nuevas. Se trata de un método mínimamente abrasivo y además se utilizan materiales que todos tenemos en casa para menor esfuerzo.

2. El Bicarbonato de Sodio

Para este método primero tendrás que quitar el exceso de agua y tomamos el bicarbonato de sodio en polvo, para a continuación cubrir bien con él todas las áreas que tengan óxido. Se deja la herramienta reposar por una hora más o menos, y luego se frota con lana de acero o un cepillo de metal, eliminando el óxido al completo. Al terminar, tendrás que enjuagar bien y secar la herramienta con una toalla o con trapo limpio. Esto funciona especialmente cuando el óxido no es muy severo y no está muy agarrado a la superficie.

3. Con patata y jabón lavaplatos

Esta mezcla parece un poco extraña, pero lo cierto es que funciona bien para retirar el óxido de las herramientas dañadas. Tendrás que cortar una patata por la mitad y colocarle un poco de jabón para lavar los platos, el que tengas en casa habitualmente. Usarás la patata como si fuera la esponja para lavar, verás cómo se va consumiendo a medida que limpias. Los resultados se ven al momento y funciona sobre todo si las manchas no son muy profundas ni especialmente grandes.