Los tensoactivos son moléculas orgánicas que actúan sobre las fuerzas o atracciones entre moléculas en superficies, líquidas o sólidas, disminuyéndolas. En definitiva, estos agentes de fuerza disminuyen la tensión superficial de cualquier objeto. Esto ocurre debido a que sus componentes disuelven o emulsionan las sustancias sobre las que actúan.
En el ámbito de la limpieza, los tensioactivos cumplen una función primordial: facilitar que la suciedad se desprenda de la superficie y sea más fácil su eliminación completa. Para comprender exactamente cómo actúan, vamos a profundizar en su naturaleza.
Todos los tensioactivos tienen una misma estructura. Parte de su naturaleza es polar, esto es, contiene cierta carga eléctrica con cualidades hidrófilas (es soluble en el agua). Este parte de los tensioactivos es la responsable de la dispersión que provocan en determinadas superficies.
Al mismo tiempo, se compone de otra mitad que carece de esa carga eléctrica soluble en el agua, o apolar.
Propiedades de los tensionactivos naturales
Para la limpieza del hogar, los tensioactivos son claves, aunque no siempre conozcamos el alcance de su implicación en la higienización de la vivienda.
Gracias a su poder humectante, aumenta la capacidad del activo para eliminar la suciedad. Esto se consigue a través de la disgregación en fragmentos de ésta. Esta dispersión es la responsable de que una vez removido de un espacio, incluso las partículas en suspensión no vuelven a depositarse en la superficie a higienizar.
Asimismo, su poder de aclarado facilita que la limpieza de impurezas del producto con un sencillo enjuague de agua sea altamente eficaz en la eliminación completa de cualquier agente de riesgo para la salud.