El término lavandería hace referencia al servicio de lavado de cualquier tipo de textil. Aunque el servicio de lavandería se utiliza especialmente para hacer grandes coladas, todo el menaje diario, incluidos elementos tan delicados como cortinas o alfombras, pueden derivarse a los profesionales que ofrecen el servicio de lavandería.
La mayoría de los servicios de lavandería tienen un funcionamiento muy similar. Se ofrece el servicio de lavandería con agua, que es el más similar al que podemos hacer cada ciudadano en casa con agua, jabón y un suavizante (opcional); posteriormente se procede al secado, desarrollada para determinados tejidos que aceptan la eliminación de la humedad mediante secadora, y, finalmente, se ejecuta el doblado manual o mecánico de cada una de las piezas.
Aunque en España no existe una tradición de uso de los servicios de las lavanderías para la colada, sino que se adquieren lavadoras para el hogar, cada vez más usuarios optan por contratar los servicios de una lavandería. Especialmente en el segmento de los jóvenes, hombres y solteros de mediana edad, quienes buscan ante todo la comodidad.
Actualmente, se ofrecen servicios de lavandería para empresas, como por ejemplo hoteles pero también para fábricas y centros de producción industrial, y también para particulares. Unos y otros valoran la gran ventaja que supone eliminar el gasto en luz, agua, detergente y tiempo, algo que asume el servicio de lavandería profesional.
En el ámbito profesional, esta externalización del servicio de lavandería tiene una doble vertiente: se justifica como un gasto de explotación y se ahorra en recursos. Cada día surgen nuevas empresas que ofrecen sus servicios de lavandería profesional a empresas y particulares.