Qué significa Secar

Secar es quitar la humedad de una superficie o un material. La limpieza en húmedo evita la permanencia de polvo y otras partículas en la superficie. Con todo, según el material sobre el que se aplique, será necesario retirar cualquier resto de esta humedad a fin de mantener la integridad de la misma. Este proceso se denomina secar. Así, se debe secar la ropa antes de su deposición en el armario o su puesta; también se ha de secar la vajilla una vez la hemos utilizado y limpiado. 

Por qué hay que secar las superficies y elementos que utilizamos en el día a día

La higienización de superficies garantiza que el usuario no está expuesto a la contaminación de diversos agentes como bacterias u hongos. Tradicionalmente, la limpieza se efectuaba en seco. Sin embargo, en las últimas décadas se ha asentado el hábito de utilizar la limpieza en húmedo para garantizar la seguridad en el proceso de higienizado. 

Con todo, esta opción para sanitizar las superficies también conlleva una serie de riesgos que se minimizan al secarlas. Se ha de considerar que cuando se efectúa una limpieza con humedad, sobre la superficie quedan restos de agua residual, que puede generar la aparición de agentes microbianos. 

¿Cómo evitarlo? Tan sencillo como secar la superficie, siempre en el mismo sentido en el que hemos realizado la limpieza en húmedo. Esto adquiere especial importancia en aquellas superficies y zonas de difícil acceso, que son el caldo de cultivo ideal para la aparición de gérmenes. 

Para secar la mayoría de las superficies, si bien se utiliza el paño de algodón, se recomienda utilizar el tejido no tejido, conocido habitualmente como non-woven. Presentan una mayor capacidad de arrastre y apenas desprenden fibras.