Planchar es la acción de pasar una plancha caliente por la ropa para eliminar las arrugas de la ropa lavada o de la ropa que se nos ha arrugado por cualquier eventualidad. Además de por motivos estéticos, el planchado a altas temperaturas tiene como objetivo eliminar las bacterias, los ácaros y otros microorganismos dañinos para la salud.
En los últimos años se ha suscitado un debate en torno a la conveniencia o no de planchar la ropa. Así, los ecologistas señalan que planchar tiene un altísimo consumo de luz con todo el impacto medioambiental que ello conlleva.
Por otra parte, los defensores de los beneficios de la plancha subrayan cómo al planchar se es más consciente de la cantidad de ropa que se tiene y el estado en el que se encuentra. Una información muy útil a la hora de renovar nuestro armario y hacerlo de manera más inteligente, sin gastar más de lo que necesitamos. Una actitud también ecológica y sostenible al llevarnos a consumir menos y tener nuestra ropa ordenada y en condiciones para durar más tiempo.
Para planchar solo necesitamos una buena plancha y una tabla de planchar estable y firme. Con ese equipo podremos afrontar esta tarea con éxito y el menos esfuerzo. Lo primero que debes hacer es revisar la ropa que has sacado del tendedero y mirar todas las etiquetas para planificar el orden de planchado y decidir qué prendas planchar y cuáles no, además de hacer grupos de ropa por material e ir planchando por temperatura.