La higienización incluye tanto la limpieza como la desinfección de todo tipo de espacios públicos y privados de manera periódica y siguiendo unos métodos de limpieza y productos. En la actualidad existen planes de higienización para empresas, instituciones y negocios dedicados al sector de la alimentación. Unos planes que incluyen una serie de programas y actividades preventivas básicas y estandarizadas, cuyo objetivo es asegurar la higiene alimentaria.
Un plan de higienización ha de documentarse bien y señalarse siempre:
- Las superficies, herramientas y aparatos que han de limpiarse y desinfectarse.
- La frecuencia con la que han de llevarse a cabo estas tareas.
- Los medios con los que se cuenta para llevarlas a cabo.
- Los nombres del responsable o responsables y los roles que tiene que desempeñar cada miembro del equipo.
- Los procedimientos de higiene y limpieza a seguir;
- Las actividades de verificación y corrección; y
- Una vigilancia constante de la seguridad alimentaria.
El número de planes de higienización son diversos y adaptados a las necesidades y particularidades de cada empresa. Entre las actividades típicas de los planes de higienización se destacan el control de plagas, el del agua potable, labores específicas de limpieza y desinfección, mantenimiento de las instalaciones, además de hacer hincapié en el establecimiento de buenas prácticas en la elaboración y manejo de alimentos y en la formación del personal empleado en su manipulación.
Los planes de higienización son obligatorios dentro de la industria alimentaria, excluyéndose los minoristas, establecimientos de restauración, pero incluyéndose los hoteles y los comedores escolares y de instituciones, así como los establecimientos que ofrezcan más de 200 comidas diarias.