La limpieza realizada con arena en seco a presión, o chorro de arena, es una de las técnicas que más efectividad producen sobre las superficies que se tratan. Consiste en expulsar arena, de un depósito, a presión, generada mediante un compresor, y a través de una pistola con interrupto o gatillo; cuando se presiona éste se abre la válvula de aire a presión a la vez que la tapa del depósito, saliendo por una manguera conectada a la pistola hacia el exterior.
La arena de sílice es un elemento abrasivo que se ha utilizado con frecuencia, pero la exposición a él llega a producir silicosis, por lo que existen otras alternativas que no producen malos efectos, como el vidrio triturado, cáscara de nuez, alumínica, carbono u óxido de aluminio proyectado a mayor o menor presión.
Dependiendo de la superficie a limpiar se necesitará un abrasivo más o menos fino. También hay que tener en cuenta la forma, dureza y densidad de proyección de las pequeñas partículas. Es el técnico arenador quien mejor puede seleccionar las características que se necesitan para preparar la superficie. Son máquinas que siempre deben ser utilizadas por profesionales o personas técnicas.
Su uso sirve para limpiar áreas de todo tipo de materiales. A través de la arena a presión se limpia y trata imperfecciones en pintura, en fachadas u objetos en mal estado, y también acaba con el óxido en superficies metálicas o sirviendo de preparación del material para su posterior imprimación en bricolaje y restauración, y en otros trabajos industriales.
La técnica para limpiar con arena a presión proporciona grandes ventajas:
- No produce daño alguno sobre el material y superficie sobre la que se aplica.
- Alisa las paredes de los objetos y edificios ofreciendo resultados perfectos.
- Es fácil, rápida y más económica que otros métodos de limpieza.
- Elimina hasta las más pequeñas imperfecciones sobre cualquier superficie que se trate.
- Ya vemos que es muy eficaz y eficiente para eliminar cualquier suciedad o restos, pero tiene ciertas desventajas:
- Se necesita contratar a un profesional para realizarla.
- No ataca a los acabados galvanizados.
- Elimina hasta la masilla de las juntas o grietas.