La limpieza con agua a presión, también conocida como waterjetting constituye una de las tecnologías más punteras para preparar superficies para todo tipo de tratamientos posteriores sobre dicha superficie. El uso de agua presurizada remueve materia no deseada de las superficies o sustratos.
Existe una estandarización de los diferentes grados de limpieza con agua a presión a los que se puede someter a una superficie. Dicha norma está dictada por la Sociedad de Recubrimientos Protectores y NACE Internacional.
En términos generales, la limpieza por agua a presión se utiliza para eliminar algunas impurezas persistentes tales como aceite, grasa e incluso pintura. Dada su operativa, es un método de limpieza habitual en la producción industrial. No obstante, también es apta y recomendada para limpiar pavimentos y zonas residenciales, vehículos de transporte o incluso mobiliario en el exterior.
Ventajas del uso de agua a presión en limpieza
Ya sea a nivel industrial, comercial o privado, la limpieza con agua a presión se considera una vía muy útil para agilizar la eliminación de impurezas con mayor rapidez y eficacia. Algunos de los beneficios que se observan del uso de este método de limpieza parten de esta filosofía:
- Al utilizar la limpieza con agua a presión se reduce el detergente o en determinados casos se elimina por completo, lo que supone un ahorro económico importante y un menor impacto medioambiental al no utilizar materiales químicos y tóxicos.
- Además de un ahorro económico, se ha constatado un importante ahorro de tiempo. La eficiencia de la limpieza con agua a presión da mejores resultados en menos tiempo.