La palabra humectante es un vocablo perteneciente al latino de humectans que es un derivado de la palabra humectāre que significa humedecer. Es un adjetivo que se refiere a todo aquello que humedece. En este caso, se suele emplear con el ejemplo de humectar la piel reseca con una crema hidratante.
En el área cosmética los productos de belleza y cuidado personal que son considerados como humectantes son los que tienen una sustancia química que se encarga de humedecer y suavizar la piel. Es importante mencionar que nunca se deberá confundir a un humectante con un hidratante, ya que en el segundo caso significa restaurar el agua que contiene la piel, mientras que al humedecer es absorber o retener el agua y sucede por causas exteriores.
Los humectantes son sustancias tensoactivas que funcionan al disolverse en agua, lo cual produce un contacto menor entre la sustancia y una superficie hidrófoba. El tensoactivo absorbe a la sustancia grasosa y a la superficie meramente sólida, lo cual favorece la migración de partículas de agua.
Los humectantes son empleados en diferentes etapas de la vida, debido a que la epidermis puede resecarse en cualquier etapa de la vida y requiere de una humectación inmediata para evitar problemáticas a futuro. Además, es válido destacar que una piel humectada es una epidermis sumamente protegida frente a los radicales libres presentes en el ambiente. Lo ideal siempre es limpiar la piel y al finalizar humectar con suaves masajes ascendentes para que sea absorbida de manera correcta.