La Real Academia Española establece que fumigar es la acción de aplicar gases, humo, polvos o vapores en suspensión a una superficie determinada para eliminar completamente cualquier clase de plaga. También se emplea el proceso específicamente en campos agrícolas, para combatir cualquier clase de organismos nocivos que puedan interferir en el desarrollo natural y saludable de las plantas.
Eliminar cualquier clase de insectos, como moscas, mosquitos, cucarachas u hormigas puede ser realmente dificultoso si no se aplica el tratamiento adecuado. Actualmente, hay una gran diversidad de técnicas que se pueden implementar para realizar una correcta eliminación.
Es importante mencionar que si la técnica empleada no es la correcta, la plaga volverá indefectiblemente de manera indeterminada. Hay mecanismos que se emplean para terminar con los insectos y se consigue con éxito, pero no se eliminan correctamente los huevos o las larvas que contribuyen a que se perpetúe su producción.
En muchas ocasiones se puede llegar a confundir lo que es el control de plagas y fumigación. A pesar que los mecanismo se pueden emplear para el tratamiento de plagas, se usan para situaciones diferentes. El control de plagas se enfoca específicamente en hacer una eliminación no invasiva, pues no emplea químicos. Es utilizado generalmente en casas particulares para controlar palomas, roedores, cucarachas, moscas y mosquitos. No obstante, no elimina la plaga de manera completa sino a las que están expuestas en ese determinado momento a la limpieza. Debido a que los nidos de las plagas por lo general están escondidos, no resulta ser del todo efectiva.