Qué es un Blanqueante

Todos sabemos que las prendas textiles con el uso y el paso del tiempo pierden paulatinamente su color original (en ropa de color), o adquieren color amarillento (en ropa blanca). Es aquí cuando echamos mano del blanqueante.

Estos son compuestos químicos, incoloros, o ligeramente coloreados, cuyas propiedades absorben la luz ultravioleta, y la reflejan mediante radiación como luz espectral del azul, rojo o violeta, que el ojo humano percibe como una mayor sensación de blancura.

Estos tintes fluorescentes blanqueadores están compuestos en su mayor parte de percarbonato de sodio (carbono de sodio y peróxido de hidrógeno), que se descomponen al entrar en contacto con el agua, aún a baja temperatura, y genera oxígeno para lavar, limpiar, blanquear, desinfectar y desodorizar. Su formulación convierte a estos productos en un efectivo blanqueante, elimina rastros de suciedad en la ropa, desinfecta y suaviza el agua.

Por tradición, se ha empleado para blanquear ropa blanca de algodón e hilo, pero actualmente, después de la aplicación de nuevos métodos y nuevas técnicas, se han creado blanqueadores de oxígeno para realzar colores, eliminar manchas rebeldes de residuos orgánicos de comida, bebida y fluidos corporales en todo tipo de prendas, incluso sintéticas.

Las diferencias principales entre el blanqueante de cloro con el de oxígeno radican en que el primero es más corrosivo, de ahí que su uso debe realizarse con ciertas precauciones sobre todo en prendas de color: por su alta concentración decolora. 

La otra diferencia se encuentra en que el blanqueante de cloro no se puede mezclar con detergentes, ya que desprende vapores tóxicos, y mucho menos permite ser mezclado con el blanqueante de oxígeno.