Producto diseñado para eliminar plagas. Dentro de esta tipología encontramos los fungicidas, bactericidas, insecticidas y rodenticidas. Este tipo de productos tiene una regulación específica muy estricta.
Un biocida es un plaguicida, pero no todos los plaguicidas son biocidas.
Los biocidas pueden presentarse en forma física como una fuente de radiación de energía que a través de su acción oxida la pared proteica y quema el microorganismo. En forma biológica, un producto formado por sustancias creadas por los organismos superiores para auto-defenderse de los demás. También los biocidas de tipo químico que se diferencian fundamentalmente en los de tipo orgánico o inorgánico, como el dióxido de cloro, por ejemplo.
Estas sustancias biocidas actúan habitualmente a nivel de la membrana celular del microorganismo. La penetran y destruyen los sistemas que permiten vivir al microorganismo. El biocida lo que hace es provocar la lisis de la pared proteíca o lipo proteica del organismo y penetra en su interior interrumpiendo las reacciones bioquímicas que resultan elementales para dar vida al organismo en cuestión.
Para que un biocida resulte efectivo debe cubrir una amplia gama de microorganismos, ser muy polivalente. Generalmente, ser soluble en agua y compatible con otras especies químicas en el medio. También debe ofrecer durabilidad, es decir, ser efectivo a través del tiempo.
Será importante que ofrezca mecanismos desactivadores para una neutralización posterior y que tenga una baja toxicidad en los humanos, para que resulte sencillo de manipular pore los usuarios con los menores riesgos posibles.