Un término desconocido para la mayoría de los humanos, pero presente en nuestra constitución y en nuestra vida, ya que es una “base” química. Los álcalis son sustancias químicas producidas a partir de metales alcalinos (elementos corrientes como el potasio, sodio, calcio y magnesio).
Estas sustancias trasladan corriente eléctrica y son solubles en agua, creando compuestos jabonosos que en concentraciones elevadas pueden causar quemaduras; su sabor es amargo lo que hace que el sabor ácido sea menos ácido.
La medición se realiza a través de la escala establecida del ph, y nos indica la cantidad de iones de hidrógeno que hay en una sustancia o solución.
Los álcalis son muy reactivos cuando entran en contacto con agua y elementos con número atómico alto, tomando una carga positiva y perdiendo una negativa para mezclarse con alógenos, como por ejemplo el cloro. Estas reacciones producen un hidróxido, ácido o jabón, como el hidróxido de sodio o sosa cáustica (un álcali muy corrosivo), utilizado para fabricar detergentes, papel, textiles, entre otros.
El hidróxido de potasio de origen orgánico es también un álcali muy potente para teñir cueros, limpieza, drenaje de tuberías y removedores de cutículas. El amoniaco es un álcali que en su composición química se forma de manera natural, siendo característico su fuerte olor, fácil de disolver en agua y su uso se extiende desde la industria y fabricación de fertilizantes, hasta la limpieza del hogar, como agente refrigerante o blanqueador, entre otros.
En el campo de la medicina se suele administrar un álcali, como el bicarbonato de sodio, a pacientes con altas concentraciones de ácido en la sangre o la orina, ya sea esta acidez producida por otros medicamentos o por infecciones, para que el cuerpo funcione correctamente.
Álcalis comestibles para preparar panes, repostería e infusiones a través de un ingrediente simple y esencial.
En la construcción a través de diversos materiales, como el cemento o la cal, en los que intervienen ciertas rocas y minerales en los agregados y los álcalis que ingresan la solución de poro del concreto.
Los ácidos y álcalis van de la mano. Fue el químico Robert Boyle el primero en llamar ácidos a estas sustancias por sus propiedades similares, ya que al mezclar una sustancia ácida con otra alcalina se obtiene una sal que pierde las propiedades de ambas.