En ocasiones no somos conscientes de la capacidad que puede tener el agua dirigida a presión para realizar trabajos y solventar problemas, generalmente de limpieza, en cualquier tipo de sector.
Los mecanismos básicos y principales que integran el sistema de agua a presión son comunes, o similares para las máquinas de agua a presión industrial, pero existen bombas, latiguillos, mangueras, pistolas, filtros, reguladores, y gran variedad de herramientas, accesorios y complementos específicos, dependiendo de dónde y cómo hay que realizar el trabajo.
Dónde y cómo se utiliza el agua a presión
Los servicios especializados y la diversificación en estas tareas abarcan un amplio rango de sectores, que van desde obras públicas hasta industrias de las más variadas áreas: petroquímica, automoción, papelera, farmacéutica, alimentación, siderurgia y empresas transformadoras del metal, entre otros.
Se ejecutan, además de la limpieza a presión, hidrocorte de metales de forma robotizada y dirigida con mando a distancia, decapado y saneamiento en todo tipo de superficies eliminando oxidaciones, pintura, grasa, resina y cualquier residuo adherido, hidrocorte de hormigón en multitud de estructuras, por poner algunos ejemplos.
Para realizar trabajos con agua a presión de forma segura, hay que tener en cuenta la presión y el caudal necesarios para desarrollar la mejor opción de ejecución, ya que la presión ejerce la fuerza de arranque y el agua, empujada por esa presión, arrastra cada pequeña partícula.
También, la utilización de maquinaria, accesorios diversificados y especializados adecuados para cada cometido, capacidad de análisis de reacción frente a imprevistos y buena coordinación entre trabajadores, junto con una previa preparación para el manejo y posterior limpieza del instrumental o robot para que cada operario tenga la máxima seguridad durante la ejecución de la obra.
Podemos encontrar en el mercado máquinas de agua a presión (hidrolimpiadoras) destinadas a usos más domésticos (limpiar persianas, azulejos, piscinas, moquetas, etc., y suelen ser eléctricas, para utilizar agua fría de la red, o las de agua caliente que tienen unas resistencias para calentar el agua.
A la hora de elegir hidrolimpiadora debemos optar por la que posea la presión más adecuada al uso que se va a hacer de ella, ya que si es un trabajo ocasional con poca presión es suficiente, mientras que si se realizan limpiezas intensivas necesitaremos una con mayor presión. También, comprobar accesorios y acoplamientos de los mismos, así como la longitud de cable y manguera.