Además de para eliminar manchas, los agentes blanqueadores textiles se emplean también para optimizar la percepción de blancura de los tejidos. Unos blanqueadores que suelen ser blanqueadores textiles ópticos que suelen emplearse en tejidos como el algodón, la lana, el nylon, el poliéster, el lino, la seda, así como tejidos acrílicos.
Entre los blanqueadores ópticos más empleados en la limpieza se encuentran la trazina- estilbenos, las cumarinas, las imdazolinas, los diazoles, los triazoles, las benzoxazolinas y los benifenil-estilbenos.
Uno de los agentes blanqueadores tertiles más populares y excelente para tratar las manchas más difíciles es el percarbonato de sodio o peróxido de hidrógeno sólido. Un producto que suele ser un ingrediente clave en la fórmula de muchos limpiadores.
Así, el percarbonato de sodio es un compuesto de carbono de sodio y peróxido de hidrógeno que se descompone en oxígeno, agua y carbonato de sodio, contando con un alto poder para limpiar, blanquear, desinfectar y desodorizar los tejidos.
La descomposición del percarbonato incrementa el pH del agua suavizándola y rebajando las cargas negativas de la suciedad. El bicarbonato de sodio también suele emplearse en la limpieza y blanqueamiento de prendas de lino y algodón.
Otro excelente agente blanqueador es la lejía, si bien es importante utilizarla con precaución y diluida en agua. No es aconsejable emplearla con todos los tejidos y puede eliminarse su intenso olor aclarando con abundante agua. Para prendas delicadas se puede recurrir al agua oxigenada.