Los productos aditivos son sustancias complementarias de los detergentes aportando así propiedades añadidas a la acción detersiva.
En el grupo de los aditivos se encuentran los blanqueadores, compuestos orgánicos complejos que aportan más brillo y su grado de blancura; los agentes antirredepositantes o aditivos que impiden que la suciedad separada de los tejidos durante el lavado vuelvan a depositarse; o los agentes inhibidores de la corrosión para el cuidado del tambor de la lavadora, por ejemplo.
Asimismo, agentes como jabones álcalis y agentes secuestrantes se añaden para eliminar la totalidad de las manchas existentes, mientras los colorantes aportan color a las formulaciones, los perfumes dan aroma y los tensioactivos o sustancias que separan la suciedad de las superficies o los tejidos.
En la actualidad, los detergentes cuentan con una gran cantidad de aditivos para potenciar su capacidad de limpieza, blanqueamiento, antimanchas y, como no, para respetar los tejidos y el medioambiente. Así, los aditivos también consiguen formulaciones más eficaces al reducir el consumo de detergente manteniendo la potencia de limpieza.
Unas formulaciones que nos ofrecen cuatro tipos diferentes de detergentes: los detergentes para el lavado a mano de vajillas o detergentes suaves para el lavado de prendas delicadas, detergentes para el lavado a máquina de ropa sucia, detergentes para suelos y otras superficies y detergentes para lavavajillas.