El pH, o potencial de Hidrógeno, nos muestra el nivel de alcalinidad o de acidez de un producto. La escala del pH oscila entre el 0 y el 14, siendo que, como ya hemo apuntado, un producto con fórmula ácida tiene un pH de 0 a 7. Los ejemplos de sustancias ácidas más populares son el limón, el vinagre, destacándose entre las alcalinas la lejía y el amoniaco.
Así, es importante conocer el grado de acidez, ya que así podremos saber cómo hemos de proteger nuestra piel. Hay que tener en cuenta que la piel humana posee un pH de un 5.5 y que un producto más ácido podría llegar a quemarnos la piel, mientras que un producto alcalino puede llegar a ser aún más agresivo.
Los productos de limpieza poseen formulaciones con composiciones químicas con pH diferentes. Se pueden encontrar productos de limpieza:
- Neutros o con pH de 6 a 8 y especiales para la limpieza de superficies de mármol o suelos con brillo. No son agresivos para la piel, por su bajo pH. Los friegasuelos y los jabones para manos son neutros.
- Alcalinos con pH 9 y superiores. Estos productos suelen tener propiedades desinfectantes y limpiadoras, entrando en este grupo los lavavajillas y los desengrasantes.
- Ácidos o de pH 5 o menor. Son productos desincrustantes para la limpieza de cal, óxido y, en general, superficies menos delicadas. Entre los productos más destacados están los limpiadores cítricos y los abrillantadores.