Son un grupo de arácnidos minúsculos llegando a ser algunos microscópicos. Es común en las viviendas encontrar el ácaro del polvo, responsable de muchas alergias.
Tienen preferencia por las zonas de clima templado y humedad relativa alta. Las especies más comunes son Dermatophagoides farinae, Dermatophagoides pteronyssinus y Euroglyphus maynei.
Detectar los ácaros puede ser un poco complicado, ya que solo se pueden ver a través de un microscopio. Cuando estos aparecen en el hogar se reproducen muy rápidamente, en especial cuando se da el clima más favorable para ellos que implica una relativa humedad del aire de más o menos 75 – 80% y una temperatura de por lo menos 21 °C.
Existen muchos tipos de ácaros y, concretamente, los ácaros del polvo, los más comunes en las casas, son prácticamente inofensivos. No muerden, ni pican, ni son capaces de transmitir enfermedades a los humanos. El único conflicto que existe con estos pequeños intrusos en la alergia que producen en algunas personas.
Los ácaros de tipo doméstico suelen ubicarse en los dormitorios y las cocinas por las condiciones favorables que proporcionan. Son muy resistentes a los diferentes climas y tienden a ubicarse en alfombras, camas, ropa o muebles. En las camas crecen especialmente bien, ya que se genera un alto grado de humedad derivado de la respiración de las personas, de la saliva y del sudor nocturno.