Cómo limpiar y lubricar la transmisión/cadena de nuestra bicicleta

Cómo limpiar y lubricar la transmisión/cadena de nuestra bicicleta

Lo primero que tenemos que hacer cuando vamos a limpiar nuestra bicicleta es empezar limpiando la parte que más sufre, la transmisión.

Para hacer una correcta limpieza, cogeremos un buen desengrasante y pulverizamos varias veces por el cassette (piñones), cadena, cambio trasero, incidiendo bien en las roldanas y en la zona del plato y desviador.

Tras dejar unos segundos que haga efecto, vamos a coger un cepillo de púa gruesa, nos puede valer un cepillo de ropa o zapatos, alguna brocha de cerdas duras o incluso hasta con cepillo de dientes ya viejo. Frotamos bien por todas las partes de transmisión haciendo hincapié en cassette, cadena y roldanas y para terminar de limpiarla, con la ayuda de una esponja vieja y agua vamos quitando toda la suciedad hasta que veamos que desaparece la grasa. Por último aclaramos con agua limpia.

Cómo limpiar y lubricar la transmisión/cadena de nuestra bicicleta

Secado

Una de las partes más importantes de este proceso es el secado de todos los componentes. Es imprescindible que quede todo bien seco antes de lubricar. Para esto usaremos papel de cocina, un trapo viejo o si lo queremos hacer algo más profesional, si disponemos de él, sería soplando aire con el compresor.

Lubricación

Por último una vez todo seco tocaría lubricar. Para conservar en buen estado la transmisión hay que lubricar con la cantidad justa sin excedernos. Para ello, en la cadena buscamos el eslabón rápido y bien con lubricante o cera le echamos muy lentamente hasta completar una vuelta de cadena. Lubricamos roldanas y muelle de cambio y para finalizar con un papel de cocina retiramos los excesos que puedan quedar.

Cómo limpiar y lubricar la transmisión/cadena de nuestra bicicleta

Para conservar en buen estado la transmisión hay que lubricar con la cantidad justa sin excedernos