¿Tienes vitro en casa? Sin duda, es una de las cocinas más modernas y cómodas para tener una cocina limpia y ordenada. Sin embargo, su limpieza no es tan sencilla como puede parecer a simple vista: es importante conocer algunos trucos para que te quede en perfecto estado.
A continuación, te descubrimos cómo limpiar la vitrocerámica de forma sencilla y rápida. ¡Toma nota!
Consejos para limpiar la vitrocerámica fácilmente
Si quieres que tu vitrocerámica esté limpia, nada mejor que actuar rápido y que la limpiemos en el momento en el que veamos que hay manchas o restos de suciedad. Y es que si la suciedad se va acumulando, al final, resultará más complicado eliminarla por completo.
Vamos a darte algunos buenos trucos muy efectivos que te ayudarán a limpiar la vitrocerámica en un abrir y cerrar de ojos.
Limpiar la vitrocerámica con vinagre
El vinagre es uno de los mejores aliados en la limpieza de nuestro hogar y, también, es perfecto para la vitrocerámica. Para ello, lo primero que deberás hacer es cerciorarte de que las placas están frías y apagadas, así, evitarás accidentes o quemaduras.
Puedes echar un chorrito de vinagre sobre la vitrocerámica, frotar con la ayuda de un cepillo o un estropajo que sea suave y, para terminar, secaremos con un paño o un papel.
Con el vinagre, no solo limpiaremos la vitro, sino que además lograremos aumentar su brillo.
Pasta de dientes para la vitrocerámica sucia
Puede ser que tus placas de vitro estén muy manchadas; en este caso, la pasta de dientes es tu gran aliada. De hecho, se considera como uno de los remedios caseros más eficientes para limpiar esta parte de nuestra cocina.
Para ello, deberás verter un poco de pasta de dientes en un cuenco y, con la ayuda de un cepillo suave, aplicarlo sobre la zona que quieres limpiar. Deja que actúe unos minutos y, luego, con la ayuda de una rasqueta podrás rascar para eliminar la suciedad que esté más pegada e incrustada en las placas.
Para finalizar, deberás aclarar la vitro de la pasta de dientes con una bayeta y agua limpia. El resultado será impecable.
Bicarbonato y vinagre para limpiar la vitrocerámica
Dentro del universo de la limpieza del hogar existe un producto casero realmente efectivo: la mezcla de bicarbonato de sodio con vinagre.
En un bol o recipiente deberás mezclar ambos ingredientes hasta que consigas una especie de pasta. Después, deberás aplicar este producto sobre la vitro y dejar que actúe unos 10 minutos, aproximadamente.
Pasado este tiempo, solamente deberás retirar la mezcla con una bayeta y un poco de agua. ¡Listo!
Consejos para dar brillo a la vitrocerámica
Cuando hayas limpiado la vitrocerámica, el siguiente paso es darle brillo para que se vea en perfecto estado. Para ello, puedes emplear alcohol de limpieza o, si no tienes, puedes echar directamente ginebra sobre las placas.
Lo único que deberás hacer es verter el alcohol encima de las placas e, inmediatamente, pasar un papel absorbente o un trapo seco.
KH7-Quitagrasas, ideal para limpiar tu vitrocerámica a diario
Para evitar que tu vitrocerámica se ensucie y se estropee, nada mejor que un buen mantenimiento. Y, en este caso, tu mejor aliado es KH-7 Quitagrasas, un limpiador muy fácil de utilizar y que puedes emplear cada día después de usar la cocina.
Su método de uso es muy sencillo: deberás aplicar el producto sobre la vitro, dejar que actúe un par de minutos y, después, secar con un paño o un papel. Fácil, ¿verdad?
Esta vitrocerámica tiene catorce años y, pese a los años, sigue viéndose en buen estado, casi como el primer día. Esto se ha conseguido gracias a un buen mantenimiento y a una limpieza cuidada y delicada.