Una de las piezas que precisa de una limpieza en profundidad es la cadena de la bici, además de lubricarla para que su funcionamiento siga siendo correcto. El proceso de limpiar la cadena de la bici es muy sencillo y solo en unos pocos minutos y unos pocos pasos conseguiremos un resultado perfecto. Un cuidado que nos permitirá evitar posibles corrosiones, la bici lucirá como nueva, además de conseguir que la transmisión funcione perfectamente durante más tiempo. 

Toma nota de los consejos que debes saber para limpiar la cadena de la bici de forma sencilla. 

¿Cómo limpiar la cadena de la bicicleta?

La cadena de la bici está muy expuesta a la suciedad del camino, al polvo, al barro y a la humedad. Una serie de factores que no solo la manchan, también van eliminando la grasa suficiente para que el rodaje sea fluido y constante. 

Para conseguir que nuestra bici se mantenga en perfectas condiciones, solo tenemos que seguir una serie de sencillos pasos. Y aunque en el mercado hay muchos productos específicos para desengrasar la cadena, también nos podemos arreglar con una esponja, agua y jabón. 

Los pasos que tenemos que seguir para la limpieza y lubricación de la cadena de la bici son:

  • Limpiaremos nuestra bicicleta en un lugar en la calle o en el garaje para que podamos fijar en bici en algún soporte o apoyarla contra una superficie para poder limpiarla. También para poder utilizar una manguera o un cubo de agua para aclarar bien las superficies y facilitar el proceso de secado.
  • Para limpiar la cadena precisamos de una manguera o un cubo de agua, jabón líquido o un limpiador antigrasas como [KH7_Quitagrasas], una esponja y una bayeta para el secado final, y un lubricante.
  • Procedemos a lavar la cadena con agua y jabón, eliminando toda la suciedad acumulada en la zona. Un momento que podemos aprovechar para limpiar el resto de la bicicleta. Con la manguera o con el agua del cubo aclararemos bien todo el jabón y la suciedad que arrastre.
  • Aplicamos un desengrasante sobre la cadena y dejamos que actúe durante unos minutos. Un paso que nos permite retirar los restos de suciedad y grasa más incrustados en la pieza. Una vez que haya actuado el producto, lo limpiamos con un paño hasta retirar toda la suciedad que se haya quedado adherida.
  • Ya limpia, es momento de lubricar la cadena con un buen lubricante de cadenas. Así, conseguiremos proteger la cadena frente al óxido, la humedad y la corrosión, además de conseguir que su rendimiento sea óptimo.
  • Por último, solo tendremos que secar el exceso y los restos del producto que hayan podido caer. 

Es importante aprovechar también para limpiar las roldanas, los piñones y los platos, y realizar esta limpieza y mantenimiento cada dos o tres salidas, dependiendo de la suciedad que se haya acumulado en la bicicleta.