Las bicicletas pueden adquirir una gran cantidad de suciedad en poco tiempo. Basta con dar un paseo en el que de pronto se ponga a llover o te encuentres con zonas de barro y tierra que impregna toda la estructura de una suciedad difícil de disimular. La buena noticia es que es posible limpiar la bicicleta en tu propia casa de una forma sencilla y con productos accesibles si sabes cómo hacerlo. A continuación, te explicamos el proceso.
El material necesario para limpiar tu bicicleta
Los materiales necesarios para limpiar una bicicleta son muy básicos, incluso podrás optar por diferentes alternativas para ello. Va a ser fundamental contar con un cubo de agua limpia y también jabón: dos básicos. Limpiar bicicleta con agua a presión facilitará el trabajo. También un trapo y un desengrasante como [KH7_Quitagrasas], que es ideal para dejar las cadenas relucientes. Por último, es conveniente que te hagas con una esponja, unos guantes de látex para proteger tus manos y aceite lubricante si quieres dejar a punto la cadena.
Antes de limpiar, desmonta ruedas de la bici
Para poder limpiar la bicicleta de montaña o de carretera con total comodidad, lo ideal es desmontar primero las ruedas. Así podrás limpiarlas tranquilamente las cubiertas con una solución de agua y jabón. También puedes limpiar con este mismo sistema todo el cuadro, el manillar, el sillín y los pedales. Utiliza para ello un trapo húmedo y mezcla con un jabón que no resulte muy agresivo.
Cómo limpiar transmisión bicicleta
Una vez esté todo mojado, lo ideal es incluir el desengrasante en la transmisión. Esto se hace sobre la cadena, el plato y los piñones, después se deja actuar. Es importante que no se derrame en nada en los discos de freno, ya que podrían contaminarse y tendrías que cambiarlas o limarlas. Un buen consejo es poner un trapo alrededor del disco de freno, o un protector especial.
También puedes aplicar un jabón en spray en toda la bicicleta mientras tanto, y con la esponja empezar a limpiar desde la parte superior del cuadro hasta la inferior.
Cómo limpiar la grasa de la cadena de la bicicleta
En este punto el desengrasante ya está descomponiendo la suciedad y toda la grasa que ha acumulado la transmisión. Por tanto, podrás cepillar cadena, cassette y platos. Lo ideal es aprovechar el movimiento de la cadena moviendo las bielas hacia atrás y dejando el cepillo fijo en un punto.
Para limpiar los bujes te puedes ayudar de un cepillo especial que permite llegar cómodamente a los rincones entre radios y bujes. Al terminar todos estos procesos se debe enjuagar con agua al completo.
Para finalizar, seca y lubrica la transmisión
Antes de acabar de limpiar la bicicleta debes secarla al completo con uno de los trapos limpios. Es muy importante que quede todo seco, hasta el último rincón del vehículo.
Por último se debe lubricar la transmisión. Para ello se puede utilizar lubricante en aceite o cera para la cadena. Es importante también aplicar un poco a los pedales. En este punto se puede aprovechar para sacar la tija, secarla bien y aplicar grasa de montaje, así nos evitarás que la bicicleta haga ruidos molestos en las próximas excursiones. Con todo esto, a grandes rasgos, tendrás tu accesorio reluciente y listo para utilizar cuando quieras de nuevo.